La aventura del Concurso de Cristalización en la Escuela – Final Regional en Madrid (UCM)

"Mares de Cristal" Colegio Decroly (Madrid)

«Mares de Cristal» Colegio Decroly (Madrid)

Acudí al concurso con la alegría de poder coincidir con muchos Crecedores de cristales. Imaginaba que iba a ser bonito, pero la realidad superó largamente mis expectativas, porque era precioso lo que exponían y la atmósfera contenía muchas emociones.

Disfruté de la emoción de los estudiantes preparando sus exposiciones, su trabajo de meses,  aprendizaje y creatividad materializados en bellos cristales presentados artísticamente, cuadernos de laboratorio, posters, vídeos. Nerviosos, los que iban a hacer una exposición oral sobre su muestra y defender sus trabajos. Satisfechos, mostrando que lo han entendido, que saben hacer cristales y utilizar su imaginación para presentarse a un concurso nacional en el que se evalúan tantos factores.

Admiré a sus profesores que les han dado la posibilidad de llegar hasta allí, que les han ayudado a crecer junto con sus cristales. Deben estar muy orgullosos de su esfuerzo, que seguro que ha sido grande, porque los resultados de todos los grupos participantes eran magníficos. A cada uno de ellos le gustaría que sus alumnos fueran los ganadores del concurso y vivieran ese momento de dicha merecida.

Todo aquello había empezado gracias al Grupo Especializado de Cristalografía y Crecimiento Cristalino  GE3C, que planearon toda la organización a nivel estatal y han sido los profesores de los profesores; en  el nivel de los resultados se percibía su presencia y dedicación. La organización del evento en la Universidad Complutense estaba más allá de la eficiencia y la profesionalidad, se sentía el amor que han puesto en ella.

Qué difícil para el jurado decidir, entre trabajos tan buenos, los que debían pasar a la fase final del concurso para representar a los Crecedores de cristales de la Zona Centro. Para mí, un honor compartir con ellos esa responsabilidad.

Mi emoción residía en pensar que se estaban multiplicando los crecedores de cristales y que esta experiencia con la cristalización les puede servir de mucho en el futuro, les ha abierto una puerta esencial al conocimiento, a la ciencia, a una profesión, a una afición y, en cualquier caso, a ver de otra forma la Tierra, el mundo que nos rodea y la vida.